Un lugar con encanto escondido

La ubicación en Golders Green es excelente, con fácil acceso a transporte público. Las camas eran cómodas y había un ambiente tranquilo que ayudaba a descansar tras un día explorando la ciudad.

Sin embargo, la limpieza fue deficiente. Encontramos moho en la ducha y los tazones utilizados para el café no estaban lavados. La experiencia se vio afectada por estos descuidos.

El acceso fácil al transporte público hacia el centro de Londres es un gran punto a favor.

El ruido en las habitaciones es insoportable, se oye todo lo que pasa en las habitaciones vecinas.

El personal fue agradable y atentos durante nuestra visita.

No entiendo cómo pueden dejar que un lugar así siga abierto. Intentamos quejarse, pero no había muchas soluciones, solo un cambio a otra habitación que resultó ser igual de horrible. Las sábanas estaban sucias y olían mal. Fue una experiencia devastadora, especialmente porque esperábamos algo mejor.

Me sorprendió gratamente el hotel King Solomon Hotel- Golders Green. La limpieza fue buena y el baño estaba siempre limpio. Además, el café y el té se reponían diariamente. La ubicación es práctica, con buenas opciones de comida cerca y fácil acceso al metro, lo que facilita llegar a los puntos turísticos.

lo recomiendo

el baño estaba sucio y lleno de moho, y la limpieza brillaba por su ausencia, solo estiraban las sábanas. impresionante que no ofrecieran ningún tipo de compensación, esperaba al menos un regalo de bienvenida. casi escribo una buena reseña, pero sinceramente, no pude. no lo recomiendo.

Todo bien, pero muy sucio.

un lugar cómodo para una estancia breve con recepción 24 horas y personal servicial que te hará sentir bienvenido

Disfrutamos de nuestra estancia. El personal es amable y la ubicación es excelente para explorar Londres. Volveremos sin dudarlo.

la habitación tenía buen espacio y el personal fue bastante eficiente, resolviendo problemas, como la falta de luz, en menos de cinco minutos. encontré el desayuno aceptable y me agradó que reponían los artículos como café y té diariamente.

el calefactor no funcionaba bien.

la habitación era un poco oscura y me decepcionó al principio. pero la calefacción estaba bien organizada. las toallas siempre limpias y la ubicación era tranquila. además, el acceso al metro era muy conveniente.

La cama era increíble y el baño funcionaba perfectamente. Además, está bien ubicado, a 20 minutos de las mejores atracciones y con buena conexión de transporte. Volvería sin dudarlo.

Si el agua de la ducha no se pasara de caliente, podría haber sido mi cita perfecta en lugar de una sauna improvisada.

La cama era cómoda y el baño estaba siempre limpio, lo que hizo que las noches fueran agradables. Sin embargo, la limpieza general dejó que desear, ya que notamos moho en la ducha. Además, no había suficiente variedad en el desayuno y la ubicación, aunque accesible, está alejada del centro. La oferta de café y té en la habitación era útil, pero no compensó las deficiencias encontradas.

Fue una elección inteligente para una cita en Londres con una buena relación calidad-precio. El desayuno estaba incluido y, aunque era normalito, era lo mejor del hotel. Para futuro, asegúrate de pedir toallas desde el inicio, porque no las cambian sin avisar.

increíble, increíble, increíble

Tuve una experiencia encantadora con la cama, que era súper cómoda y me ofreció noches de descanso reparador. Además, el baño estaba impecable y todo funcionaba a la perfección. encontré un pequeño rincón para preparar café y té, que sin duda iluminó mis mañanas. Sin problemas con la conexión al transporte público, estaba todo a pie de calle.

lo recomiendo encarecidamente 😊❤️

La ubicación del hotel en Golders Green es muy conveniente, hay buena conexión con el metro y varias opciones de transporte. Las camas eran cómodas, lo que hizo que las noches fueran agradables. El personal de recepción fue amable y atento, siempre dispuesto a ayudar. Sin embargo, la limpieza dejó mucho que desear. Al llegar, la habitación tenía un olor a humedad y no se notaba una limpieza adecuada. Nos dimos cuenta de que solo estiraban las sábanas y cambiaban toallas, pero nada más. El baño mostraba signos de moho y no lo sentí higiénico en absoluto. Además, el desayuno era muy limitado, solo ofrecían lo básico y ya comenzaban a recoger antes de que termináramos. La calefacción también fue un problema. estaba demasiado caliente y no se podía ajustar. En general, aunque tenía puntos positivos, la falta de mantenimiento y limpieza hicieron que la experiencia no fuera la mejor.